Los inicios de Altamirano en el arte están ligados a la pintura y el grabado, áreas plásticas que quiso ampliar por medio de la incorporación de técnicas mixtas, collages y fotografías, que registró en videos e incorporó en diversas instalaciones.
Las obras realizadas en la década del setenta y principios de los ochenta, eran de carácter netamente cuestionador, tanto de la sociedad como del arte mismo, y se adecuaban al sentir del grupo de artistas opuestos al régimen militar.
Pero ese mismo ambiente, muy tenso, le hizo retirarse del mundo artístico. Luego de varios años, Carlos Altamirano regresó con la muestra "Pintor de Domingo", Exposición llevada a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que ya desde el título afirmaba su nueva posición independiente.
Allí presentó diez paneles de formalita, que reunían diversas imágenes y materiales. Eso sería antecedente de la obra Retratos, presentada en importantes bienales, y que consiste en una franja continua de imágenes computarizadas, superpuestas o relacionadas entre sí, según una especial lógica: vemos un bebé, una aglomeración urbana, el rostro de Allende, un mantel.
Con este trabajo, Altamirano retomó el tema de su interés: la búsqueda de la verdadera historia del arte chileno, desmitificada al relacionársela con imágenes cotidianas.
Carlos Altamirano recibió en 1978 el Premio Especial del Jurado, en el Primer Salón de Arte de la Universidad Católica.
En 1980, obtuvo el Gran Premio en el Segundo Salón de Gráfica de la Universidad Católica.
Ha realizado varias exposiciones individuales en Santiago,pasando algunas de sus obras a engrosar las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y del Museo Chileno de Arte Moderno.
Participó en la IV Bienal de La Habana (1991), en la muestra del Pabellón Chileno en la Expo Sevilla (1992), en la XLVII Bienal de Venecia (1995) y en la I Bienal de Artes Visuales del Mercosur (1997).
Las obras realizadas en la década del setenta y principios de los ochenta, eran de carácter netamente cuestionador, tanto de la sociedad como del arte mismo, y se adecuaban al sentir del grupo de artistas opuestos al régimen militar.
Pero ese mismo ambiente, muy tenso, le hizo retirarse del mundo artístico. Luego de varios años, Carlos Altamirano regresó con la muestra "Pintor de Domingo", Exposición llevada a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que ya desde el título afirmaba su nueva posición independiente.
Allí presentó diez paneles de formalita, que reunían diversas imágenes y materiales. Eso sería antecedente de la obra Retratos, presentada en importantes bienales, y que consiste en una franja continua de imágenes computarizadas, superpuestas o relacionadas entre sí, según una especial lógica: vemos un bebé, una aglomeración urbana, el rostro de Allende, un mantel.
Con este trabajo, Altamirano retomó el tema de su interés: la búsqueda de la verdadera historia del arte chileno, desmitificada al relacionársela con imágenes cotidianas.
Carlos Altamirano recibió en 1978 el Premio Especial del Jurado, en el Primer Salón de Arte de la Universidad Católica.
En 1980, obtuvo el Gran Premio en el Segundo Salón de Gráfica de la Universidad Católica.
Ha realizado varias exposiciones individuales en Santiago,pasando algunas de sus obras a engrosar las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y del Museo Chileno de Arte Moderno.
Participó en la IV Bienal de La Habana (1991), en la muestra del Pabellón Chileno en la Expo Sevilla (1992), en la XLVII Bienal de Venecia (1995) y en la I Bienal de Artes Visuales del Mercosur (1997).
La obra realizada para DigitalGravura es "Retratos" , Serie de 20 grabados digitales unidos entre sí que recrean la versión de 135 mts x 1,5 mts realizada para la retróspectiva de Carlos Altamirano en el MNBA de Santiago de Chile. dicha serie de grabados fue exhibida en paralelo con la Retrospectiva en Galería Animal, Santiago de Chile.
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